Los restos de San Martín
Publicado el 08.08.14
Pocas
semanas después de la muerte de José de San Martín en la casa de Boulogne sur
Mer que vemos en la imagen (agosto de 1850), las autoridades de la Confederación Argentina
dieron instrucciones para que se llevara a cabo la repatriación de sus restos.
Esa fue la voluntad póstuma del militar que en su testamento había expresado que
quería que su corazón descansara en el de Buenos Aires. Sin
embargo, todo fue demorándose. Durante once años, el cuerpo embalsamado del Libertador de América
descansó en una de las capillas de Notre-Dame de Boulogne (Nuestra Señora de
Boloña).
El primer traslado fue a Brunoy, en las afueras de París. Tuvo lugar
en 1861, luego de que la familia Balcarce San Martín se mudara a dicha ciudad y
resolviera llevar el cuerpo para que fuera ubicado en la bóveda de la familia,
junto a su nieta María Mercedes que había muerto en 1860.
En la
Argentina , el tema se reavivó en 1864 –durante la presidencia
de Mitre– cuando los diputados nacionales Martín Ruiz Moreno y Adolfo Alsina presentaron un proyecto de Ley
para autorizar al Poder Ejecutivo a llevar adelante la repatriación.
Manuel Guerrico gestionó la cesión de un terreno en el
cementerio de la Recoleta
en 1870, pero seis años después la comisión encargada del traslado se
entrevistó con el arzobispo Federico Aneiros con
el fin de solicitar un espacio en alguna de las capillas de la Catedral para que se
colocara allí un mausoleo. Detrás de toda la empresa se encontraba el presidente de la Nación , Nicolás Avellaneda.
¿Se estaba cumpliendo la voluntad del Libertador al llevarlo a la Catedral ? Cuando San
Martín dijo: “Desearía que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires”,
¿se refería a que deseaba ser llevado al cementerio, a la Catedral ? Aquí cada uno
puede tener su propia interpretación. Considero que si nuestro prócer hubiera querido referirse al
cementerio de la Recoleta ,
habría mencionado la tumba de su “esposa y amiga”, Remedios de Escalada. Además, el corazón de Buenos Aires
bien puede referirse al centro de la ciudad.
En estos días, un
proyecto de traslado de los restos a Yapeyú, a cargo del diputado Adán Gaya,
sostiene que, al mencionar Buenos Aires, se refería a la Patria y “sin lugar a
dudas”, a Yapeyú. Regresemos a la historia:
El 25 de febrero de 1878, centenario del nacimiento del prócer,
se realizó un tedeum en la
Catedral que concluyó con la colocación de la piedra
fundamental del mausoleo. Avellaneda, Mitre, Quintana y Aneiros, entre otros, participaron
en el acto simbólico colocando mezcla en la obra con una cuchara de plata.
El escultor
francés Auguste Carrier Belleuse fue el encargado de moldear el mausoleo que
envió en partes desde Europa. En Inglaterra había concluido la construcción del
buque de guerra Villarino, que había sido encargado por el gobierno argentino.
Fue enviado al puerto de El Havre, donde cargaría el féretro. Este fue su
derrotero:
El 21 de abril de 1880, el ataúd fue transportado de
Brunoy a París (35 kilómetros ), donde
se lo cargó en un tren especial rumbo a El Havre. Una vez en la
ciudad portuaria, se lo depositó en su Catedral. Luego del acto religioso que
incluyo la bendición del féretro, se lo embarcó en el Villarino. El buque soltó
amarras el 22 de abril.
-Arribó a Montevideo el 20 de
mayo, donde fue recibido con una salva de 21 cañonazos. La recepción
fue imponente. Siete barcos argentinos acudieron a recibir al Villarino. Una
carroza tirada por seis elegantes caballos llevó el féretro (cubierto por las
banderas de Uruguay, Chile, Perú y la Argentina ) a la Catedral. Una
multitud acompañó los restos,
lanzando flores desde la acera y los balcones. La bienvenida de los hermanos
uruguayos –asistieron el presidente Francisco Antonio Vidal Silva y todos sus
ministros– ha sido considerada uno de los actos más emocionantes que se hayan
hecho al Libertador. Cuando partió por la tarde, la banda
militar uruguaya ejecutó el Himno Nacional Argentino. Por su parte, desde el
barco, la banda argentina interpretó la canción patria de Uruguay.
-Durante una
semana, el Villarino se mantuvo en la costa de Catalinas (en esa época, la
playa llegaba hasta lo que es hoy la plaza Fuera Aérea, vecina de la estación
Retiro), escoltado por decenas de buques de la Armada. El 28 de mayo tuvo lugar la ceremonia principal. Los integrantes
de la Comisión
de Repatriación colocaron la bandera del Ejército de los Andes sobre el ataúd,
más dos coronas: una con palmas de Yapeyú (ciudad natal del prócer) y
otra con gajos de pino de San Lorenzo (bautismo de fuego de los Granaderos a
Caballo). El cajón fue depositado en un bote fúnebre que fue remolcado por el
Talita, la lancha presidencial.Se lo desembarcó en las costas
de Retiro (durante años se llamó a ese
sector vecino a la Plaza San
Martín, Playa San Martín). Fue colocado junto al palco oficial, donde el ex
presidente Sarmiento dio un discurso de recepción.Cargado de flores que le lanzaban los argentinos a su Padre de la Patria , el
féretro fue escoltado hasta el monumento del Libertador, en la
plaza. Un emocionante discurso del presidente Avellaneda complementó las
palabras de Sarmiento. El cajón fue colocado en una carroza fúnebre (réplica de
la que transportó el cuerpo de Wellington a la Catedral de Londres en
1852). El cortejo marchó por la calle Florida hasta la Plaza de Mayo.
El
ataúd fue depositado en la nave central de la Catedral Metropolitana. Durante veinticuatro horas desfiló el pueblo para rendirle
tributo. Al día siguiente, a las dos de la tarde, se lo ubicó en el mausoleo.
Suele decirse que los restos de San Martín yacen fuera del perímetro de la Catedral , en una capilla
construida afuera de la nave central, porque era masón; dando a entender que la Iglesia no aceptaba que
descansara bajo su custodia. Raro comentario, si se tiene en cuenta que los
despojos del Libertador estuvieron en Notre-Dame de Boulogne, la iglesia
parroquial de Brunoy y las catedrales de El Havre, Montevideo y Buenos Aires.
Sí, en cambio, resulta curioso la forma en que ha quedado dispuesto el ataúd.
El tamaño del cajón no era el adecuado. Mejor dicho, el del
mausoleo. Por ese motivo, el féretro que contiene el
cuerpo embalsamado del prócer fue colocado en forma inclinada (la
cruz en la lámina publicada por el Instituto Nacional Sanmartiniano marca el
lugar exacto). Así permanece desde el 29 de mayo de 1880.
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